El juanete (hallux abductus valgus) es la desviación que ocurre cuando se desplaza el dedo gordo, creando un bulto de hueso en el borde externo que puede presentar hinchazón y enrojecimiento y un fuerte dolor al caminar. Los juanetes se forman cuando se altera el equilibrio de fuerzas que se ejercen sobre las articulaciones y los tendones del pie. Esto puede llevar a inestabilidad de la articulación y causar la deformidad. Aparecen tras años de movimiento y presión anormales en la articulación metatarsofalángica. Son, por lo tanto, un síntoma de mal desarrollo del pie y normalmente son causados por la forma de caminar, el tipo hereditario de pie, el calzado, u otros motivos.
Es una enfermedad del antepie que afecta principalmente a las mujeres por el uso de zapatos puntiagudos, apretados y de tacón alto. Así que cuidado con esos tacones de aguja, pues afecta a la articulación que soporta gran parte del peso al caminar. Un juanete puede ser muy doloroso, impidiendo incluso andar, y provocar alteraciones en la marcha que repercutan negativamente en otros miembros del aparato locomotor.
Otras causas de juanetes son heridas en el pie, desórdenes neuromusculares, o deformidades congénitas. Las personas que sufren de pies planos o arcos del pie bajos son también propensas a desarrollar estos problemas, así como los pacientes artríticos o con enfermedades inflamatorias de las articulaciones. También son un factor las profesiones que conllevan un esfuerzo excesivo del pie; los bailarines de ballet, por ejemplo, a menudo desarrollan el problema.
La forma de pisar tiene una relación directa con multitud de lesiones osteoarticulares y musculares. Aunque los juanetes tienden a aparecer en varios miembros de la misma familia, lo que se hereda es el la forma del pie y una forma de pisar de pie – no el juanete. Los padres que padecen mala movilidad del pie pueden pasar el tipo de pie problemático a sus hijos, que a su vez serán también propensos a desarrollar juanetes. El juanete es la consecuencia de miles de pasos dados de una determinada forma, ayudado en muchas ocasiones con aditivos como tacones, puntas estrechas, etc. Pero la principal causa para generarlo es la forma de pisar. Concretamente tener una tendencia al pie valgo (es decir a meter el pie hacia adentro al caminar) o bien tener un pie muy cavo (con mucha curvatura) que genera un exceso de carga en la zona metatarsal. De hecho hay multitud de hombres que han desarrollado un juanete y no han llevado en su vida un tacón o una punta estrecha.
Si fuésemos capaces de detectar esta forma de pisar, antes de desarrollar el juanete podríamos evitarlo en muchos casos de una forma tan sencilla como diseñando un plantilla correcta que mejore el reparto de carga y libere de presión la primera articulación metatarsofalángica (la del primer dedo del pie). Esto es muy fácil de detectar realizando un estudio biomecánico de la marcha.
Diagnóstico y tratamiento precoz
En el caso de que aparezca esta patología es muy importante una detección precoz por parte del podólogo y la aplicación de un tratamiento temprano que alivie la presión sobre el bulto para detener la progresiva deformación de la articulación y reducir el dolor del paciente para que pueda llevar una vida normal y activa. Si está claro que el motivo fundamental para desarrollarlo es la sobrecarga que se genera en esa articulación, la prevención vendrá encaminada a detectar esa forma de pisar y eliminar la presión. Para evitarlos, se aconseja:
– Realizar un estudio biomecánico y en los casos necesarios una plantilla que modifique la alineación del pie y cambie el reparto de cargas en el mismo ayudando a mantener el pie en una posición más fisiológica, reduciendo la presión y el dolor.
– Intentar no usar zapatos con tacón elevado. Cada centímetro que elevamos de tacón, aumenta de forma progresiva la sobrecarga que se genera en la zona metatarsal (debajo de los dedos). Hay que evitar el tacón de más de 5 cm de alto.
– No usar puntas estrechas que ayuden a que el primer dedo se deforme hacia adentro. Llevar calzado de puntera amplia y fabricado en materiales flexibles, como lycra o gomas especiales, para no presionar sobre la zona.
– Realizar ejercicios descalzos de vez en cuando que mejoren la musculatura del pie y de la pierna para que mejore el control natural de la pronación
– Utilizar ortesis de silicona durante el día a modo de separadores. Cuando dormimos, la carga que soporta esta articulación es ninguna. No tiene sentido el uso de determinados "artilugios" que intentan estirar del dedo en dirección contraria para combatir el avance del juanete. El juanete por la noche no avanza.
– Si el juanete se inflama y duele es aconsejable aplicar hielo varias veces al día para reducir la hinchazón.
– Si aparece alguna herida, acudir de inmediato al podólogo para su tratamiento.
– Acudir al podólogo ante la sospecha de padecer juanete, para una detección precoz.
Cómo se trata el juanete
Una vez que el Juanete se ha generado, la única forma de eliminarlo es mediante cirugía. En la actualidad la cirugía del pie ha evolucionado mucho y los resultados que se obtienen son francamente buenos.
Existen diferentes técnicas y metodologías: mediante cirugía abierta, mediante cirugía de mínima incisión (también conocida como cirugía por láser, aunque el láser como tal no interviene en ningún momento de la intervención). Esta última técnica consiste en la introducción por una pequeña incisión de una pequeña fresa (parecida a la que usamos para limar una uña o a la que usa el dentista para hacer un empaste). Esa fresa va "comiendo" el hueso en las zonas precisas para conseguir eliminar el bunio (zona engrosada de la articulación y para mejorar la alineación del dedo). Dependerá del tipo de Juanete y de la experiencia del cirujano el hecho de elegir una técnica u otra. Con ambas técnicas se pueden conseguir buenos resultados.
Hemos de entender que en la mayor parte de los casos, la cirugía no trata la causa sino el resultado (que es el juanete). Si una vez operado, seguimos pisando igual, es muy posible que el juanete vuelva a desarrollarse con el paso de los años y unos cuantos miles de pasos dados.
Algunas técnicas quirúrgicas modifican determinadas estructuras musculares para corregir en cierto modo la carga que soportará el juanete después de la cirugía, pero en la mayor parte de casos es necesario el uso de una plantilla personalizada que mejore el reparto de cargas en el pie para evitar que vuelva a desarrollarse.
Ahora bien, no quiere esto decir que la persona intervenida de juanete necesite usar una plantilla para todas sus actividades. Seguramente con usarla en aquellas actividades que generar mayor carga (actividad deportiva, paseos largos, etc.) sea suficiente para evitar la futura aparición del juanete.
¿Una plantilla puede aliviar el dolor del Juanete?
En aquellos casos que por el motivo que sea el paciente no quiere pasar por la intervención quirúrgica, una plantilla personalizada bien hecha puede mejorar en gran medida el dolor de juanete. Por eso insistimos en realizar el estudio y la plantilla en una clínica podológica. Podemos encontrar plantillas casi en cualquier sitio, pero es importante entender que una plantilla mal diseñada o fabricada puede empeorar el problema o generar un problema distinto (cualquier cambio en el pie que no esté perfectamente estudiado puede generar problemas en otras estructuras como la rodilla).
Por supuesto esta mejora estará condicionada al uso de un calzado correcto que no comprima el pie ni genere desviación de los dedos.
Es muy importante la realización de un estudio biomecánico de forma precoz en aquellos niños en los que existen antecedentes familiares de juanetes.
En caso de que ya hayamos desarrollado un juanete, la cirugía es la solución más efectiva pero posiblemente, en un número muy importante de casos, sea necesario el uso de una plantilla personalizada por lo menos para las actividades en las que se genere más carga, para evitar que vuelva a desarrollarse.
En aquellos pacientes que no quieren operarse, una plantilla personalizada es la mejor opción para evitar el dolor y frenar el avance del juanete.
Adriám Sarria